Como parte de las consecuencias de los procesos experimentados por un territorio, se encuentra la toponimia del lugar, el nombre que recibe un espacio a través de la experiencia que va adquiriendo en el transcurso del tiempo y en conjunto a los procesos históricos. Los topónimos pueden surgir de apellidos o nombre propios de personas, pero es más común que se originen en aspectos físicos o materiales del lugar que designan, es así como en América Latina encontramos tanto topónimos provenientes de los pueblos originarios, y por lo tanto de una lengua y cultura características de la zona, como también procedentes de los colonizadores, quienes impusieron arbitrariamente sus nombres.
Los diferentes fragmentos que engloba un territorio, dado a su homogeneidad, están vinculados a una toponimia, generalmente siendo un nombre que caracterice el espacio y las vivencias de quienes estuvieron ahí.
En la siguiente carta temática se exponen los topónimos de la región del Chaco Boreal, que como se puede apreciar, se caracterizan por ser nombres de personas con grados militares, además de fuertes, puertos, fortines y otros puntos estratégicos en períodos de guerra, sucesos que sin duda han marcado a la región, a la percepción que se tiene de ella y a los habitantes del lugar.
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